**Labios sangrantes sedientos de vida y recuerdos. Ingenioso destino el de la sombra susurrante, gira alrededor de la lluvia agonizante. Hacía una inmensa madre noche, volando, Tiritando, esperando a que su gemido sea oído. Fuego en sus ojos vacíos, llenos de sombras. Intensa sed de sangre entre épocas de existencia. Recuerdos olvidados Entre sueños teñidos de carmín**

lunes, 9 de marzo de 2009

Hijos de la Oscuridad XI: "Final"

"Era extraña ver a un grupo de espectros juntos, pero así era. Caminaban unidos entre los árboles de mirada atónita.
Madeleyn se lamentaba y dejaba tras de sí una aureola de color violeta, como un aroma, como un perfume.
Ezequiel sobrevolaba a pocos metros las cabezas de los árboles, precipitándose una y otra vez hacía el vacío para planear antes de rozar el mustio suelo.
Eliza miraba todo con sus ojos azules, como una chiquilla inocente. La cadena arrastraba tras ella y crujía dejando toda hierba negra. Agarraba de la mano a Meyson, el espectro translúcido. No miraba al frente pero sus ojos miraban el horizonte, no decía nada y su alma gritaba de dolor. Eliza arrastraba de él, le guiaba entre un mundo perdido. Era su guía, su luz, su única esperanza de cordura.Y las nubes susurraron la noticia.

El aire proclamó los murmullos.

Fueron en esos tiempos, en los que la luna acunaba al mundo, cuando los espectros vagaban en busca de la flor violeta. Y todo espectro lo sabía, toda alma los ignoraban. Cuando pedían ayuda, perdidos entre la niebla. Cuando un refugio no encontraban en el día.

Eran castigados por la muerte y otros no podían ayudarles.Ni las lágrimas rompían el corazón, ni sus lamentos eran escuchados. Tan solo les dejaban pasar, mientras les miraban, temiendo ser algún día como ellos.

De GrAn AuToRa


Y si ves a Ezequiel sobrevolando la noche, con sus alas finas y delgadas, con su venda en los ojos, sus labios negros y sus lamentos.

Y si vez a Madeleyn atravesando el bosque, con su llanto negro y su aureola violeta. Con su manto oscuro y su pálido rostro.

Y si vez a Eliza y Meyson, agarrados de la mano. Guiándose mutuamente entre jardines de ceniza, si les ves mirando el horizonte con sus ojos azules.

Tan solo, déjales pasar. Mírales irse. No les tiendas la mano, ni les ayudes.Porque en realidad la eternidad es suya y suyo es el castigo de sus almas.

Todavía en los días de luna clara, cuando el amanecer empieza a despuntar, se les puede distinguir. Sombras del pasado, almas perdidas. Como rastros de lo que un tiempo fueron como tú"

2 comentarios:

  1. Jajaja xDD Pensé que sería un final algo drástico pero al fin quedó bien!!
    xDD
    Gracias por leerlo Marta!!

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