**Labios sangrantes sedientos de vida y recuerdos. Ingenioso destino el de la sombra susurrante, gira alrededor de la lluvia agonizante. Hacía una inmensa madre noche, volando, Tiritando, esperando a que su gemido sea oído. Fuego en sus ojos vacíos, llenos de sombras. Intensa sed de sangre entre épocas de existencia. Recuerdos olvidados Entre sueños teñidos de carmín**

domingo, 11 de enero de 2009

Hijos de la Oscuridad V: "Meyson"

**Tal vez sea un susurro lo que oyes. O tal vez el canto de una sirena. Las brumas se abren ante él con una tranquilidad escalofriante. Es la Luna lo que desea ver. Su frío y mortecino reflejo en el agua de un estanque. Y con parsimonia observa su alrededor.

Es Meyson. Con sus acordes, despierta a aquellos que no descansan y no lo podrán hacer nunca. Acaricia el aire con sus manos y exprime su jugo hasta dejarlos acallados.
Es el que lleva la muerte a los de corazón soñador.

Con gorro de copa y ropa oscura. De blanco rostro y sendas oscuras en sus mejillas.
Artista infeliz, de ojos claros y profundos. De manos ágiles y suaves.
Meyson recorre la ciudad acompañado de su violín, buscando corazones felices que arrebatar.

Nunca siente pudor ni remordimientos al exprimir una vida. Es la muerte de las jóvenes dulces. Entra con las sombras y mece con su canción.
Llora de sí mismo, recordando su vida. Vida de pobreza y desdicha. De dolor y lucha.
Y derrota al fin.

De GrAn AuToRa


Besa los labios vivos con suavidad y respira el alma de quien duerme. Su cuerpo se repone y abandona a la joven en un sueño eterno. Encuentra dicha al conseguir un lugar tranquila.

Alma corrompida y dañada. Llorón innato. No merecen vivir quienes viven en otro lugar. Aquellos que no disfrutan de la vida, del regalo más preciado del universo. Él castiga a aquellos que no encuentran el sentido a la vida. Red de acusaciones y de mentiras. Vida desperdiciada en épocas de existencia.

Meyson encuentra lo que quiere. Consejero de la muerte, reparte justicia y lleva a las almas arrebatadas ante su señora. Los espíritus son guiados por la música de su violín.
Tan hipnotizante y triste.

Se oye la primera nota. Meyson cierra los ojos y se derrite en un arroyo cercano. Su música guiando y sus ojos llorando.

Muerte entre callejones. Nunca olvidará quien fue en su existencia. Nunca perdonará su error. Como aquel beso que nunca recibió de un ángel. Busca la felicidad entre la brisa, el mar y los infiernos.

Padre de aquellos que no consiguen objetivos, Meyson es un padre dulce con sus hijos. Pero no da dicha ni felicidad. Atrae a sus criaturas hacía la mortecina luz de la muerte. Le ve nacer entre gemidos de existencia y él mismo les mata besando sus labios.

Meyson, desaparece entre sombras. Con un suspiro, esta noche descansará a los pies de un árbol. Con su violín entre sus brazos y sus labios esperando aquel beso que nunca recibió**

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