**Labios sangrantes sedientos de vida y recuerdos. Ingenioso destino el de la sombra susurrante, gira alrededor de la lluvia agonizante. Hacía una inmensa madre noche, volando, Tiritando, esperando a que su gemido sea oído. Fuego en sus ojos vacíos, llenos de sombras. Intensa sed de sangre entre épocas de existencia. Recuerdos olvidados Entre sueños teñidos de carmín**

viernes, 23 de enero de 2009

Hijos de la Oscuridad VIII: "Isabel"

**Abrió los ojos con un crujir de piedra y poco a poco de su piel se fue deslizando como arena el color gris que la cubría. Ezequiel movió sus alas y dejó una aureola de polvo al levantarse. Las lágrimas estaban marcadas en sus mejillas como si hubiesen sido de ácido. Escucharon como el tocar de un violín les despertaba por completo. Meyson, sentado en el tejado del mausoleo, tocaba a la luna mientras dejaba escapar de sus ojos lágrimas negras. Burbujeantes como el petróleo, espesas que teñían sus mejillas de negro.

Eliza despegó sus brazos de su cuerpo y los alzó por encima de su cabeza, con sus dedos tocando la luna de marfil. Dio vueltas lentamente con sus bellos ojos cerrados. Las hojas, de un color mustio y putrefactas, se alzaron del suelo y giraron a su alrededor.
Era una música triste y llena de emociones. En donde las lágrimas eran los recuerdos y las palabras vientos de tormento. Ezequiel sintió un escalofrío mientras veía al violinista tocar.

Meyson tenía sus ojos entrecerrados en un movimiento bello y delicado. Sus iris claros miraban un punto en la oscuridad y sus pupilas estaban fijas. Pero sus pestañas y párpados estaban teñidos de negro y de su lagrimal se escapaba rápidamente el agua oscura. Su cabello largo y liso le caía por los hombros y el ala de su gorro de copa le oscurecía sus facciones. Movía sus dedos con elegancia sobre las cuerdas del violín y hacía que estos soltasen las notas precisas que él deseaba.

Madeleyn se levantó no sin hacer un crujido de sus huesos. Sentía un vacío dentro de sí al escuchar aquella canción. Era demasiado bella para que los oídos humanos la escuchasen pero criaturas como ellos si podían sentirlo. Por eso se acercó y se apoyó en las ruinas del mausoleo. El largo abrigo negro de Meyson caía sobre la enredadera que trepaba por la entrada. Ezequiel suspiró. No podía creerlo. Su corazón roto parecía llenarse con aquellas notas tan tristes y por unos segundos sus ojos dejaron de llorar mientras, en su ceguera, buscaba un halo de esperanza.

“¿A qué se debe esta música, mi amor?” Susurraron los labios de Eliza rozando el oído de Meyson “¿Qué es ésta tristeza tan profunda, corazón? Me hace ver cosas que nunca he soñado. Explícame mi amor, explícame
“Es un recuerdo lo que toco” Meyson dejó escapar una nota grave “Un recuerdo demasiado vivo para una mente tan muerta, mi amor

Eliza rozó con sus labios el cuello del violinista. La pálida piel como la de un muerto, suave como el marfil. Y la luna se tornó rojiza, por el recuerdo naciente. Sangró en el cielo, rodeada de nubes de algodón. Madeleyn besó la piedra de la ruina y Ezequiel dejó escapar un murmullo de palabras.

Dime, ¿Quién es ese recuerdo que tanto te duele?” Replicó Madeleyn moviéndose lentamente sobre las hojas del suelo “Hazme recordar, porqué tus ojos lloran, Meyson. Hazme saber el porqué de que tu violín deje escapar este triste lamento. Deseo saberlo como tocar la luna y que llegue el final de las noches

De GrAn AuToRa


Susurraban los vientos la voz más hermosa del tiempo, porque era la criatura más hermosa que jamás se halla visto. Niña de cabellos castaños y de ojos claros, princesa de mis sueños. Bailaba bajo la luna y las estrellas con su vestido blanco como velo. Me entregaba su amor cada noche sin recelo. Niña dulce, Oh que dulces eran sus labios. Nunca podré olvidarla. Pero una noche no fue a mi encuentro, una noche no la encontré. Una noche terminó todo y el sufrimiento se guardó en su corazón. Pobre niña triste de mis sueños, joven e ilusa, inocente. De pálida piel y zapatos negros de bailarina. Se llevó mi corazón y nunca me lo devolvió” Meyson cerró los ojos.

Ezequiel tembló en un espasmo de tristeza. La joven Eliza acarició los cabellos del violinista mientras sus labios se abrían y cerraban, como intentando atrapar la esencia del aire.

Di su nombre, mi amor. Susúrrame su esencia, la que te llevaste en un beso de sus labios. Dámela, beberé de ella. Dame sus sueños y recuérdala en espíritu” Eliza dejó que sus labios se arqueasen levemente en una sonrisa leve.

Meyson dejó entreabiertos sus labios y dejó escapar lo que el espectro joven quería oír:

Isabel”**

3 comentarios:

  1. Maria!!.

    Me encanta , en serio , esta todo muy bien aunque miraria el principio , que es un poco lioso , pero esta genial , en serio.
    Sobre todo me encanta , la parte en la que describe su sueño , donde describe a Isabel , eso es lo mejor , esta super bien escrito y es muy bonito.
    Tu siempre amigo y fan , escritor:
    Dani!!! XD

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  2. siiiiiii esta guay!!!!
    pero debes escribir cosas menos emooo aunque esto no ha sido tanto xD
    Adios mariaaa!!!

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  3. Antes que nada no supe donde paso esto, dónde, cómo; sabes me hubiera encantado que te explayras, yo me quede apunto de llegar a un sentimiento pero ese feeling no llego, hubieras escrito mas y hacerme sentir mas.
    La idea esta bien, la intencion se quedo en solo eso intencion pero nada mas. Sigue escribiendo ok. y luego leere mas sobre estos sueños que encandilaran talvez a estos ojos de cuervo que tengo. . .


    SoNnY. . .

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