**Labios sangrantes sedientos de vida y recuerdos. Ingenioso destino el de la sombra susurrante, gira alrededor de la lluvia agonizante. Hacía una inmensa madre noche, volando, Tiritando, esperando a que su gemido sea oído. Fuego en sus ojos vacíos, llenos de sombras. Intensa sed de sangre entre épocas de existencia. Recuerdos olvidados Entre sueños teñidos de carmín**

domingo, 11 de enero de 2009

Hijos de la Oscuridad II: "Madeleyn"

**Nunca tuvo miedo a la muerte. Era tan simple. Todo terminaba con la muerte, era una forma de renacer de nuevo. Uno muere cuando su cuerpo esta tan cansado que no puede seguir adelante. Cuando el espíritu, agotado de seguir, se va acallando en el interior de todos. Se muere cuando los latidos del corazón cesan en un acto de rebeldía. Cuando se expira el último aliento hacía las estrellas.

Al contrario, tenía miedo de vivir. De la vida. Es en la vida en donde pueden ocurrir hechos, los cuales no deseas. Era el más peligroso regalo. La vida significaba dolor y sufrimiento, lucha, derrotas y victorias. Era la mezcla más peligrosa del experimento de los dioses. Era el secreto que no debería haber sido descubierto de la caja de Pandora. Y nunca la había apreciado, no sentía apego hacia ella. Una carga más para su espíritu inquieto.

Por eso tal vez los días pasaban rápidos ante sus ojos como gotas de lluvia. Eran suspiros, un parpadeo. Un tiempo relativo en el que se dedicaba a mirar la inmensidad de la eternidad. Una eternidad nunca variada. Los días amanecían y anochecían ante su existencia sin nada diferente al anterior. Las estaciones eran tristes e iguales en todos sus sentidos a las anteriores.

De GrAn AuToRa


Por eso, pensaba, que la vida era mera molestia y la muerte la solución más correcta. Entonces, ¿por qué no arrebatarse la vida? Al final todo llegaba en su momento. Era algo perfectamente lógico y totalmente correcto. Algún día, sus miembros también se entumecerían, su espíritu abandonaría su cuerpo y sus órganos, cansados, se pararían.

Pero no le entristecía. Sus pensamientos nunca tuvieron un deje de tristeza. Solo asentimiento y aceptación. Su mente no veía solo las cosas blanco o negro, podía haber diferentes tipos de grises y por eso diferentes formas de aceptarlo.

Porque la eternidad era, en realidad, ella misma**

1 comentario:

  1. Mariaaaaa Yo te maldigoooooooo como pones publicidad subliminal en tus textos cuantos niños leeran esto y quedaran engañados creyendo que la muerte en mejor al igual que creyeron que podian volar como los pokemons xD???

    Un minuto de silencio por ellos.............................................................

    Esta mu bn escritora Emoooooo!!! bromaaa
    Esta muy bn novelista Gris!!!!

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